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La lógica cableada, también conocida como lógica de relés o lógica de contactos, es una forma de diseñar circuitos electrónicos en la que se utilizan dispositivos electromecánicos, como relés, para implementar funciones lógicas. Es la base histórica de los sistemas de control y automatización, previa a la llegada de la lógica digital.

Fundamentos de la lógica cableada:

En la lógica cableada, se emplean contactos abiertos y cerrados para representar los estados lógicos 0 y 1, respectivamente. Estos contactos pueden ser interruptores, sensores o relés que se conectan o desconectan físicamente para controlar el flujo de corriente eléctrica.

Componentes utilizados:

Claro, en la lógica cableada, se emplean varios componentes para crear circuitos lógicos que realizan funciones específicas. Estos componentes son fundamentales para el diseño y la operación de sistemas de control basados en relés y contactos. Aquí hay más detalles sobre algunos de estos componentes:

Relés:

Los relés son dispositivos electromecánicos que funcionan como interruptores controlados por una corriente eléctrica. Están compuestos por una bobina, que al ser energizada crea un campo magnético que activa los contactos dentro del relé. Los contactos pueden ser normalmente abiertos (NA) o normalmente cerrados (NC). Cuando la bobina se activa, los contactos pueden cambiar de estado, abriéndose o cerrándose según el diseño del relé.

Contactos:

Los contactos son puntos de conexión dentro de un relé que se abren o cierran cuando el relé se activa o desactiva, respectivamente. Estos contactos pueden ser NA o NC. Los NA se abren cuando el relé se energiza, mientras que los NC se cierran en el mismo escenario. Estos contactos son esenciales para controlar el flujo de corriente eléctrica en los circuitos.

Interruptores y Sensores:

Además de los relés, se utilizan interruptores y sensores como componentes de entrada en la lógica cableada. Los interruptores manuales (como los botones pulsadores) y los sensores (como los sensores de proximidad o de luz) son empleados para activar o desactivar relés y, por ende, influir en el estado de los contactos y en la lógica de control del sistema.

Bobinas y Circuitos Magnéticos:

Las bobinas presentes en los relés son cruciales ya que, al ser energizadas, generan un campo magnético que mueve físicamente los contactos del relé. Estas bobinas están diseñadas para recibir una tensión específica que garantice su funcionamiento adecuado.

Cables y Conexiones:

Los cables son el medio físico que conecta todos estos componentes en un circuito lógico. Estos cables transportan la corriente eléctrica que activa o desactiva los relés y controla la lógica del sistema. La conexión correcta de los componentes a través del cableado es esencial para el funcionamiento adecuado de la lógica cableada.

La combinación y la interconexión de estos componentes permiten construir circuitos lógicos que realizan operaciones específicas, desde funciones lógicas básicas hasta sistemas de control complejos. Aunque la lógica cableada ha sido reemplazada en gran medida por la lógica digital programable, sigue siendo relevante en aplicaciones donde se valora la simplicidad, la robustez y la resistencia a interferencias electromagnéticas.

Diseño y funcionamiento:

El diseño de la lógica cableada implica representar funciones lógicas básicas (AND, OR, NOT) mediante la interconexión de relés y contactos. Estos circuitos se organizan para cumplir con los requerimientos de control deseados. Por ejemplo, una puerta AND se logra mediante la conexión en serie de dos contactos (relés) que deben activarse simultáneamente para cerrar un circuito y generar una salida.

Aplicaciones:
  • Industria: La lógica cableada fue ampliamente utilizada en la automatización de procesos industriales, como en líneas de producción, para controlar motores, luces, válvulas y otros dispositivos.
  • Sistemas de control: En el ámbito de la ingeniería y la domótica, se emplea en sistemas de control de accesos, ascensores, sistemas de alarma, entre otros.
Ventajas y desventajas:
  • Ventajas: Simpleza en el diseño y entendimiento, fiabilidad y resistencia ante interferencias.
  • Desventajas: Dificultad para realizar cambios o modificaciones, tendencia a la complejidad con sistemas grandes, mantenimiento costoso.

Aunque la lógica cableada ha sido ampliamente reemplazada por la lógica digital y la programación de controladores, sigue siendo relevante en ciertos contextos, especialmente en aplicaciones donde la fiabilidad y la simplicidad son prioritarias.

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